lunes, octubre 01, 2007

“May Rest in Hell ”

Y se eclipsó,
Esa tarde de verano
En la neblina de su corazón
Donde nadie más habitó.

Desolado tórax lagrimoso,
De vez en cuando
La visita de un desconocido,
Sólo se burla de su situación.

El sol y la luna,
Su divorció al atardecer,
Por la noche la luna lloró,
Lágrimas de sangre por su amor.

Una a una se apagaron,
Las estrellas moribundas,
Ahora el cementerio lleno,
No hay vacantes.

Llegó a quedarse por siempre,
La oscuridad perpetua,
Ni llamas ni sonrisas,
Podrán iluminar.

Jamás regresó a este lugar,
Y nunca más lo hará,
La tristeza que quedó sofoca,
Y ahoga a quien se acerca.

Se dice que murió,
Pocos años después,
Pero su alma vaga aún,
Esperando ese hálito de luz.

Martín Ochoa
21/Sep/07

1 comentario:

Gala dijo...

qué triste...
¿Ya no queda esperanza alguna?

A veves siento que eres la parte
que reclama todo lo malo que he
hecho en estos últimos meses.