jueves, junio 26, 2008



“Hansel y Gretel”

Dejaré a los muertos los rencores
Y a los vivos los sabores
De azúcar los panes
Y verde el mole.
De limón les haré su agua
Y de chocolate el pastel de postre.
En mi mesa siempre serán bien recibidos
Por mí y por mi perro,
Pues será él, quien al final,
Disfrutará de su carne.

Beban y coman,
Hansel y Gretel,
Más tarde a la olla,
Dos horas de cocción,
Sal, pimienta y papas
Para condimentar el caldo.

Un Hansel a la puttanesca,
O una Gretel al mojo de ajo?
Quizá prefieran me los coma vivos
Mientras ven como mis colmillos los devoran.
Hipocresía es mi arma,
Dulzura mi trampa,
Y al final una daga para atravesar sus nucas.




martes, junio 24, 2008




“No molestar”

No toques a mi puerta
Si no es para pasar la noche larga.
No me ataques con tu aroma,
Guárdalo en tu habitación,
Ahí junto a mi fotografía,
Entre mis libros olvidados,
O sobre la almohada que una vez fue para mí.
Mejor ya no toques a mi puerta
Y evítame la molestia.




viernes, junio 20, 2008





"Fuera de contexto"





Vi nacer un hada brillante dentro de una gota de lluvia colgada de una hoja del árbol de mi casa, parecía más una sirena, con cola larga y rojiza, pero también alas enormes y además cuernos. Apenas cabía dentro de la pequeña cápsula de líquido vital. No quería que muriera, y eché la gota dentro de una pecera, pero los voraces y envidiosos animales devoraron a la pobre hada-sirena. Con el tiempo el pez cambió de color y le crecieron alas. Huyó por la ventana y jamás volvió. Meses más tarde lo volví a ver en una fotografía en una de esas revistas de casos insólitos, “Descubren maravilla de la naturaleza: Pez alado”. Fue disecado y expuesto a experimentos. El tonto animal no estaba preparado para lo que había allá afuera.





viernes, junio 13, 2008



“Aún en las circunstancias más siniestras, en los episodios más turbadores de la vida, muy lejos del hogar y la familia, hay momentos de dicha innegable”


- Elizabeth Kostova -

miércoles, junio 11, 2008




"Princesa"


Deliciosa perversión de una mente paranoica
Que con letras abstractas me dibuja un nuevo mundo,
Es ahí donde habitaré, a partir de mañana y para siempre,
Salvo caso en contrario.

Ansío los unicornios gigantes,
Las artistas desconocidas y talentosas,
¿Dónde está mi lago de chocolate? ¿Allá tal vez?
Le falta algo a esta pared vacía, una fotografía, un cuadro, una carta.

Cuelgo los recuerdos en mi habitación,
Al reverso de las manos, entre el azul y el negro,
Dibujados con pulgares y anulares, trazos de espátula sobre piedras,
Castillos de almohadas, una fortaleza bajo mis sábanas, yo aquí te protejo.

Te espera la corona, un trono y un cetro,
No serán de oro, de papel tal vez,
Pero te pinto los diamantes con lágrimas y estrellas,
Tu reino espera, princesa de nunca jamás.




martes, junio 10, 2008



“Knight’s Tale”



El caballero y su lacayo cabalgan de día los caminos entre arbustos de holocaustos donde florecen las penas amargas. Obediente el lacayo abre paso entre las ramas a su amo de resplandeciente armadura oxidada. A su paso suenan las piedras advirtiendo la presencia enemiga que pronta se acerca a su encuentro. Minuto después ha llegado al frente, carga en mano cofre del tesoro, en la otra espada de mortal cuchilla aún con olor a muerte. A defender se prepara el guerrero, mente abierta, corazón cerrado, espada desenvainada. Sonido de metales en colisión, carraspeo de gargantas cansadas, huele el sudor a mezcla de victoria y derrota, ¿De quién será cada cuál? Ahora la lluvia arremete en contra de ambos con granizo desde el cielo. Duelen, duele, duelo de gitanos, guerra de bestias, pleito de machos, batalla ilógica sin propósito, como todos, sin sentido contra el mundo. El fiel lacayo observa la escena sin pestañear y pobre ahora las lágrimas mojan sus mejillas. De premio se lleva el caballo del guerrero y abandona al sirviente del difunto. Llora la muerte de su amo mientras lo despoja de los objetos de valor: la armadura, el medallón del padre, el brazalete regalado por la madre, los ojos azules. ¿Quién le dijo al caballero que el viajero era enemigo? ¿Por qué fue amenaza el peatón?



lunes, junio 09, 2008






Hay un suspiro atrapado en mi almohada, ayer lo encontré,

Pero no tengo llave para liberarlo, deberá esperar un poco más,

Mientras tanto que juegue el pichón en el alféizar de esta paranoia.

Dulces sueños esmeralda viva de recuerdos estrellados en aquel infinito

Hacia el oriente desvanece la oscuridad y el rojo aparece más vivo.

Suenan campanas, a hogueras despertar,

Colapsa fantasía irrumpida por el astro de calor



viernes, junio 06, 2008


Reina a Rey y jaque mate.





miércoles, junio 04, 2008



“Paciencia Clitoriana”


Vivió en la noche, entre el oscuro y el negro de un pequeño encuentro de momentos, una dama vestida siempre de rojo, manchada la tela de sangre que su corazón lloró y los óvulos escupieron de rencor. Vaga la fémina por los caminos de escombros caídos desde estrellas muertas donde su rezo esperanzado se escapa al nudo fortuito de dolor ahogado colgado alrededor de su cuello. Cuando de día la dama no duerme, camina lento en busca de oasis donde lavar su precioso vestido que una vez fue blanco brillante diamante. Abandonada y golpeada, huye y se esconde, sale y camina, llora y solloza. De siglos las huellas marcadas en el lodo de aquel pantano escabroso. Ya se cansa la mujer de tanto andar, sobre una banca de hierba se sienta a descansar. Al final del camino aparece una sombra, se acerca y la besa, pasión entregada en cajita de regalo, con música y con risas, el clímax sexual tanto anhelado, aunque no con quien soñaba, pero mejor que lo soñado. Se esfuma la sombra. La mujer lava su vestido. Desde entonces camina incandescente de blancura, los óvulos ya no escupen, ahora se regocijan tras el orgasmo extrasensorial.