"Hogar, triste hogar"
(Home, street home)
El mil nombres y el mil usos, todo uno, nada aquél,
Siempre en la calle pintando rostros sobre las nubes,
Escribiendo historias para oyentes pacientes,
La banca ya gastada, su pantalón roto,
El lápiz ya no escribe, ni pinta el pincel manchado.
Se le acaba la comida del platón de hojalata,
Llueve cada mañana, se moja y se seca,
Caminante, practicante, ciudadano de la tristeza.
Pinta y baila, danza y escribe.
Dibuja y habla, goza y revive.
Sentenciado por el sol, condenado por la luna,
La vereda que perdió, el corazón olvidado,
Ha dejado la llave bajo el tapete de bienvenida,
Más no recuerda la ruta de vuelta.
Ya no lo reciben las golondrinas,
Ni le cantan los sapos a su llegada.
Se ha enmudecido el viento y el agua,
Llora, pobre muchacho, y ríe, pues no queda de otra.
Pinta y baila, danza y escribe.
Dibuja y habla, goza y revive.
Del jabón ya ni te acuerdas, ni hablar de los perfumes,
Las flores huyendo del peatón hablador,
Los rumores de las piedras, las cataratas de las fuentes.
Monólogos a nadie, la audiencia que no existe,
Por el paseo de las rosas espera la cama siempre cómoda,
Ahí está tu guarida, tu último refugio,
La casa inhabitada sin techo, sin suerte,
sin cobijo, sin esposa, sin hijos.
Pinta y baila, danza y escribe.
Dibuja y habla, goza y revive.