"RENCORES DE ANTAÑO"
Y como perdonar a los malditos asesinos?
Destrozaron un hogar
Y rompieron muchos corazones,
Y no les bastó,
Pues los llevaron a la hoguera
Ahora sólo cenizas de un recuerdo feliz,
Adiós al cuento de hadas,
Al futuro que habíamos soñado.
Desgraciados inútiles parásitos de la sociedad,
Que se les pudran las piernas y mueran sus neuronas,
Que el infierno los llame antes de tiempo
Y sufran en las llamas lo que hemos sufrido.
Que les corten los testículos y los devoren frente a ellos.
Espero ver colgado de un clavo a la pared sus corazones negros
Calcinados deseo verlos en la peor de las inmundicias.,
Malditos imbéciles asesinos de mi final feliz,
En esta historia jamás se escribirá una sonrisa
La han manchado de sangre y no se puede borrar.
Ya no lloro, cierto es, pero duele como siempre
Maldita herida que no se cierra.
Los odio ayer, hoy y mañana
Y que me perdone Dios por odiar, pero no puedo evitarlo.
Y que los aniquilen con un millón de agujas en sus ojos,
Que les atraviesen los pulmones con espadas oxidadas,
Y el tétanos se coma sus sesos lentamente.
Agradezcan al mundo que no los conozco
Porque juro que ya los hubiera matado.
Capaz hubiera sido de sacrificar mi libertad con tal de verlos enterrados.
Y nos veríamos en el infierno donde seguiría torturándolos hasta
Hacerlos desaparecer de la historia y registro de la humanidad.
Pero me enseñaron que no vale la pena rebajarse por unos idiotas,
Que es mejor quien mantiene la calma y no comete tales sacrilegios,
Y verdad que no podría atravesar sus pechos con mi mano,
Pero mis pensamientos lo harían mil y un veces,
Mientras yo me río a carcajadas por lo hilarante de la escena.
Los odio, Los odio, Los odio, y hasta la muerte los odiaré,
Por haber destruido lo que más quería,
Por matarme cuando niño,
Por acabar con mi final feliz,
Por hacer añicos mis fantasías
Por traer las pesadillas a mí casa
Por corromper mi hogar
Por haberlos hecho sufrir
Y por un millón de razones más.
Los odio.
Que la venganza me corrompa, ya no me importa
Ya no tengo corazón, ustedes lo mataron,
Ahora sólo queda un hueco en el pecho de este hombre de hojalata
Mueran bastardos de Satanás, callen sus bocas y muerdan sus lenguas,
Regresen a sus ratoneras escorias desalmadas.
Alejandro Bercini
02-Nov-07