Conejito, conejito, llévame al país de las maravillas,
Entre magos y malabaristas,
Encuéntrame un final feliz,
Lo pago bien, promesa mía.
Adiós principito mío, todo mío,
La mano agitando, desde la orilla de la imaginación.
Creación de paranoia, amigo de locura,
Adiós mi estimado querido,
Por siempre te recordaré,
Más es hora de matarte.
Vete ya al infierno, o vuela al cielo,
Llévate la corona,
Te la regalo.
Pero después te pido revivas, no me dejes aún,
Es solo tiempo de cambiar, mudanzas y trapos viejos dejar.
Bésame en la frente, su real majestad,
Gobernador de mi mundo, alter ego de los dedos.
Adiós a Nunca Jamás, adiós niños perdidos.
Pobre Wendy, sola quedará, y las hadas pronto morirán.
La gotera de los ojos, lágrimas de las narices,
Triste corazón, derrame del tintero.
Adiós principito mío, realmente nunca mío.
Único y propio, individuo independiente,
El terapeuta privado,
El amante de blancanieves,
Esposo de Alicia,
Escritor de fantasías,
Mi regocijo y escape.
Adiós heredero al trono.
Huye de tu asesino que acaba de entrar,
Corre a Wonderland, vete ya y no vuelvas jamás.